Y respondiendo Jesús les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera: mas si á este monte dijereis: Quítate y échate en la mar, será hecho.
Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Y como le vieron, le adoraron: mas algunos dudaban.
Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
El creyó en esperanza contra esperanza, para venir á ser padre de muchas gentes, conforme á lo que le había sido dicho: Así será tu simiente.
Y no se enflaqueció en la fe, ni consideró su cuerpo ya muerto (siendo ya de casi cien años,) ni la matriz muerta de Sara;
Tampoco en la promesa de Dios dudó con desconfianza: antes fué esforzado en fe, dando gloria á Dios,
Plenamente convencido de que todo lo que había prometido, era también poderoso para hacerlo.
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela á Dios, el cual da á todos abundantemente, y no zahiere; y le será dada.
Pero pida en fe, no dudando nada: porque el que duda es semejante á la onda de la mar, que es movida del viento, y echada de una parte á otra.
No piense pues el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor.
El hombre de doblado ánimo es inconstante en todos sus caminos.