Mía es la venganza y la retribución;
A su tiempo el pie de ellos resbalará,
Porque el día de su calamidad está cerca,
Ya se apresura lo que les está preparado”.
Regocíjense, naciones, con Su pueblo,
Porque Él vengará la sangre de Sus siervos;
Traerá venganza sobre Sus adversarios,
Y hará expiación por Su tierra y Su pueblo».
No digas: «Yo pagaré mal por mal»;
Espera en el Señor, y Él te salvará.
No digas: «Como él me ha hecho, así le haré;
Pagaré al hombre según su obra».
¿Y no hará Dios justicia a Sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?
Les digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?».
Nunca paguen a nadie mal por mal. Respeten lo bueno delante de todos los hombres.
Si es posible, en cuanto de ustedes dependa, estén en paz con todos los hombres.
Amados, nunca tomen venganza ustedes mismos, sino den lugar a la ira de Dios, porque escrito está: «Mía es la venganza, Yo pagaré», dice el Señor.
Pues conocemos a Aquel que dijo: «Mía es la venganza, Yo pagaré». Y otra vez: «El Señor juzgará a Su pueblo».