1. Así dice el Señor:
1. «Preserven el derecho y hagan justicia,
1. Porque Mi salvación está para llegar
1. Y Mi justicia para ser revelada.
2. Cuán bienaventurado es el hombre que hace esto,
2. Y el hijo del hombre que a ello se aferra;
2. Que guarda el día de reposo sin profanarlo,
2. Y guarda su mano de hacer mal alguno».
3. Que el extranjero que se ha allegado al Señor, no diga:
3. «Ciertamente el Señor me separará de Su pueblo».
3. Ni diga el eunuco: «Soy un árbol seco».
4. Porque así dice el Señor:
4. «A los eunucos que guardan Mis días de reposo,
4. Escogen lo que me agrada
4. Y se mantienen firmes en Mi pacto,
5. Les daré en Mi casa y en Mis muros un lugar,
5. Y un nombre mejor que el de hijos e hijas.
5. Les daré nombre eterno que nunca será borrado.
6. »Y a los extranjeros que se unan al Señor
6. Para servirle, y para amar el nombre del Señor,
6. Para ser Sus siervos, a todos los que guardan el día de reposo sin profanarlo,
6. Y se mantienen firmes en Mi pacto,
7. Yo los traeré a Mi santo monte,
7. Y los alegraré en Mi casa de oración.
7. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptados sobre Mi altar;
7. Porque Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos».
8. Declara el Señor Dios que reúne a los dispersos de Israel:
8. «Todavía les juntaré otros a los ya reunidos».
9. Todas las bestias del campo,
9. Todas las bestias del bosque,
9. Vengan a comer.
10. Los centinelas de Israel son ciegos,
10. Ninguno sabe nada.
10. Todos son perros mudos que no pueden ladrar,
10. Soñadores acostados, amigos de dormir;
11. Y los perros son voraces, no se sacian.
11. Ellos son pastores que no saben entender.
11. Todos se han apartado por su propio camino,
11. Cada cual, hasta el último, busca su propia ganancia.
12. «Vengan», dicen, «busquemos vino y embriaguémonos de licor;
12. Y mañana será como hoy, solo que mucho mejor».