Pero antes de que se acostaran, los hombres de la ciudad rodearon la casa. Allí estaba todo el pueblo junto, todos los hombres de Sodoma, desde el más joven hasta el más viejo.
Llamaron a Lot, y le dijeron:
«¿Dónde están los varones que vinieron a tu casa esta noche? Sácalos, pues queremos tener relaciones con ellos.»
Entonces los varones extendieron la mano y metieron a Lot en la casa con ellos; luego cerraron la puerta,
y a los hombres que estaban a la entrada de la casa, desde el menor hasta el mayor, los hirieron con ceguera, y estos se cansaron de buscar la puerta.
»No te acostarás con un hombre como si te acostaras con una mujer. Eso es un acto aberrante.
»El que se acueste con otro hombre como si se acostara con una mujer, será condenado a muerte, junto con ese hombre. Han incurrido en un acto repugnante, y serán los responsables de su muerte.
y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes de hombres mortales, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Por eso Dios los entregó a los malos deseos de su corazón y a la impureza, de modo que degradaron entre sí sus propios cuerpos.
Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y honraron y dieron culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas. Hasta sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van en contra de la naturaleza.
De la misma manera, los hombres dejaron las relaciones naturales con las mujeres y se encendieron en su lascivia unos con otros. Cometieron hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibieron en sí mismos la retribución que merecía su perversión.
Por lo demás, hermanos, oren por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, tal como sucedió entre ustedes,
y para que seamos librados de los hombres perversos y malvados; porque no todos tienen fe.
Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y guardará del mal.
Nosotros confiamos en el Señor que ustedes hacen y seguirán haciendo lo que les hemos ordenado.
Que el Señor encamine el corazón de ustedes al amor de Dios y a la paciencia de Cristo.