y no me entregaste en mano del enemigo. Hiciste que mis pies se posasen en lugar espacioso.
Aunque yo sea pobre y necesitado el SEÑOR pensará en mí. Tú eres mi ayuda y mi libertador; ¡Oh Dios mío, no te tardes!
“El SEÑOR es mi roca, mi fortaleza y mi libertador.
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos
Así que, si el Hijo los hace libres, serán verdaderamente libres.
Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
Estén, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no se pongan otra vez bajo el yugo de la esclavitud.
»A este mismo Moisés, al cual habían rechazado diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernador y juez?, Dios le envió por gobernador y redentor, por mano del ángel que le apareció en la zarza.