El SEÑOR prueba al justo; pero al malo y al que ama la rapiña, su alma aborrece.
He aquí ha tenido parto de iniquidad; concibió de su propio trabajo, y dio a luz mentira.
Pozo ha cavado, y lo ha ahondado; y en la fosa que hizo caerá.
Su trabajo se tornará sobre su cabeza, y su agravio descenderá sobre su mollera.
No envidies al hombre injusto, ni escojas alguno de sus caminos.
¶ Bendita es la cabeza del justo; mas la boca de los impíos cubre la violencia.
¶ La rapiña de los impíos los destruirá; por cuanto no quisieron hacer juicio.
¶ El hombre iracundo levanta contiendas; y el furioso muchas veces peca.
El que la aborrece enviándola, dijo el SEÑOR Dios de Israel, cubre la violencia con su vestido, dijo el SEÑOR de los ejércitos. Guardaos pues en vuestro espíritu, y no seáis desleales.