Esforzaos y esfuércese vuestro corazón todos los que esperáis en el SEÑOR.
¶ Si fueres flojo en el día de tribulación, tu fuerza será reducida.
¿No has sabido? ¿No has oído que el Dios del siglo es el SEÑOR, el cual creó los términos de la tierra? No se trabaja, ni se fatiga con cansancio; y su inteligencia no hay quien la alcance.
Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
Los jóvenes se fatigan, y se cansan; los niños flaquean y caen;
pero los que esperan al SEÑOR tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas, como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque (mi) potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré de mis flaquezas, para que habite en mí la potencia de Cristo.
Por lo cual me contento en las flaquezas, en las afrentas, en las necesidades, en las persecuciones, en las angustias por el Cristo; porque cuando soy flaco, entonces soy poderoso.
Todo lo puedo en el Cristo que me fortalece.